La vejez se ha olvidado del olvido
Y por eso se arrima a la memoria
La vejez suele ser obligatoria
Y sin embargo es tierna como un nido
El corazón afloja su latido
Y la sangre da vueltas en su noria
De paso se entretiene con la historia
y el amor no está insomne ni dormido
Lo que falta vivir ya no encandila
No importan escaseces ni abundancias
El dios que vigilaba no vigila
los años van borrando las distancias
Y ya que la conciencia está tranquila
La vejez guarda dos o tres infancias.